Cuando habla el corazón no son necesarias las palabras...
El silencio elocuente es un gesto de amor, a veces traducidos en lágrimas...
Otras veces en poesía, algunas más en comprensión silenciosa o en ternura infinita y llena de paciencia...
Cuando habla el corazón el lenguaje es tan perfecto que mejor no se habla, sino que
se traduce en hechos humildes llenos de sinceridad y de actitud franca.
Entonces aparece el amor lleno de hermosos mensajes con la valentía y el coraje
en que la batalla se gana no con violencia insensata...
Tampoco la ofensa ni la calumnia son necesarias,
porque habla la fibra del SER hecho sentimiento superior y paciencia que engalana...
Cuando habla el amor en el corazón no hay lugar para mentiras, ni tampoco para trampas.... simplemente se actúa en forma espontánea... y el milagro de hacer bien las cosas se traduce en una devoción serena llena de fidelidad y de alma...
Hace tanto bien decirle a los demás cuánto los amamos y la inspiración que nos demandan...
Siempre a la larga es mejor actuar de buena voluntad y con sinceridad, aunque a veces nos hagan llorar acusándonos falsamente...
Hace mucha falta un poco más de amor y de sencillez, de sinceridad y de valentía, un poco más de verdad, justicia y misericordia...
Hace tanta falta que nos preocupemos más por ser mejores personas...
Dejemos hablar al corazón...'
tal cual, gracias, porque mi corazón recibe tus mensajes en clave morse.
ResponEliminaUn beso.